Todo Nacimiento necesita una buena alfombra de musgo si no quiere parecer frĂo e inerte. Es tan necesario como para los Reyes Magos sus camellos; y, pensándolo bien, el musgo absorbe el agua de manera parecida a la de esos rumiantes jorobados. SĂ, el musgo es un camello botánico.
El musgo, con su verde vigoroso y su textura acolchada, es un superviviente gracias a su sofisticada receta de sol, humedad, aire y raĂces escasas: combina los cuatro elementos, adaptándose a la sequĂa o al exceso de agua, recogiendo el calor del sol, capturando los nutrientes del aire mientras lo purifica. Supongo que será por eso que su olor inconfundible te acerca tanto a la tierra, a la vida y a la Navidad.