Eduardo Gorey

Pensaréis que me he equivocado o que estoy un mes atrasada (¡no estamos a 2 de Noviembre, Día de Difuntos!), pues Eduardo Gorey es un escritor y artista más bien poco navideño, reconocido por sus libros ilustrados de tono macabro. Pero merece la pena revisar esas ilustraciones de aire victoriano con sentido del humor. Y si alguna vez viajo a EEUU no pienso perderme una escapada a su destartalada mansión encantada en Cape Cod.

Gorey, al contrario de Schulz, que pensaba que todo le salía mal, afirmaba haber aprendido a leer a los tres años y medio —sí, sí— y a los cinco ya había leído dos libros decisivos para su formación Drácula y Alicia en el País de las Maravillas; a los siete, Frankenstein; a los ocho, las obras completas de Víctor Hugo; poco a poco se hizo fan de referentes en su obra como Agatha Christie, Jane Austen o Dickens. Pero también disfrutaba con Las chicas de oro o Buffy cazavampiros.

Su estilo de dibujo lo adquirió admirando a pintores célebres como Piero della Francesca, Georges de la Tour, Vermeer, Matisse, Goya, o Bacon e ilustradores como [A.A. Milne] (http://es.wikipedia.org/wiki/A._A._Milne), Sir John Tenniel, Gustavo Doré… ¡Tenía buen gusto, eso seguro!

Os dejo aquí uno de sus libros más conocidos, bastante antinavideño y sarcástico: Los Pequeñines Macabros cuenta la historia de 26 niños —uno por cada letra del alfabeto— y sus muertes prematuras en rima; humor macabro con estéticas ilustraciones en blanco y negro que —por suerte para la pequeña Violeta y el joven Telmo— ha influido en artistas contemporáneos como Tim Burton, especialmente en el pequeño libro de cuentos La melancólica muerte de Chico Ostra o en la película Pesadilla antes de Navidad.