Olimpiadas

De los acontecimientos previstos para 2020 se han cumplido los verdaderamente esperanzadores y llenos de alegría: los nacimientos. Este año, como ya es costumbre en Adviento, damos la bienvenida a los pequeños Javier, Gabriela, Noa, Vega y Vera que harán muy feliz la Navidad a sus familias.

Otros eventos se han pospuesto, por lo que hemos tenido que adaptarnos y mover nuestras agendas. De todos ellos, la noticia de la suspensión de las Olimpiadas de Tokio fue determinante para que todos fuéramos conscientes de la prioridad de la salud por encima del deporte, la economía y las fiestas.

Para transmitir la mezcla de emociones que este comunicado supuso me apoyaré en cuatro esculturas:

Se me ocurren dos estatuas de atletas que pueden captar el estado de ánimo de los deportistas en el momento en que el Comité Olímpico Internacional decide aplazar los primeros juegos olímpicos de la era Reiwa para el 20211: el Milón de Crotona de Puget2 y El campeón olímpico de Lucio Fontana. Y hay dos esculturas icónicas que recogen la actitud de nosotros, los espectadores, ante este anuncio que dejaré para el final a ver si os parecen acertadas :)

Milón de Crotona es el célebre yerno de Pitágoras. Fue un líder militar y un laureado atleta con marcas inigualables en los Juegos Panhelenicos gracias a sus técnicas de entrenamiento progresivo. Era tan fuerte que sostuvo el techo de la Fraternidad Pitagórica cuando se derrumbó y esta hazaña permitió evacuar con vida a todos los asistentes. La escena que esculpe Puget —y que inspirará la de Étienne Maurice Falconet, que hoy estaría de cumpleaños— es posterior a su época de gloria, es la del dolor del héroe, el momento en el que el atleta invencible queda atrapado al separar un árbol y sufre el ataque de un león3. De este modo tan doloroso, Milón se da cuenta de que ya no dispone del vigor que solía tener y que no va a ganar más premios ni honores.

Por otra parte Lucio Fontana, más famoso por sus lienzos rasgados que por su escultura figurativa4, intentaba captar el movimiento y el tiempo como algo esencial en su obra. No pretendo analizar lo que quiso simbolizar con el atleta a la espera, pero sí que el título y la postura de la figura podría ser la de un joven seleccionado para participar en la competición aplazada de Japón concentrado, e ilusionado, a la expectativa de qué sucederá tras este aplazamiento.

Como telespectadora olímpica, y gran fan de las ceremonias inaugurales5 y de clausura, las dos esculturas que conectan con mi estado emocional como público son el Discóbolo_ de Mirón y la Estatua de la Libertad.

Es sabido que el atleta de Mirón es una imagen congelada del momento en que el cuerpo está encogido en máxima tensión preparándose para el lanzamiento del disco6), donde el esfuerzo corporal choca con un rostro sereno e inexpresivo7. Y por otra parte la Libertad iluminando al mundo, es la archifamosa escultura-faro que Bartholdi8 propuso como regalo de Francia a Estados Unidos. La figura de estilo griego posa con un pie adelantado, unas cadenas rotas a sus pies, tocada con una diadema que representa los siete mares, una tablilla en su mano izquierda que evoca la Ley y una antorcha encendida como símbolo la Libertad.

Así, este año las Olimpiadas aplazadas se han materializado en un lanzador de disco obligado a detenerse en el instante en que todo iba a empezar y en la estatua de la libertad9 que los dioses del Olimpo han encadenado junto a Prometeo o que algún David Cooperfield10 ha hecho desaparecer.

Con la esperanza de recuperar la llama olímpica, deseo que el atleta de Lucio Fontana haya aprovechado el tiempo con un entrenamiento progresivo al estilo de Milón de Cretona y que sea favorecido por los dioses en los nisennijū nen kaki orinpikku oficialmente conocidos como los Juegos de la XXXII Olimpiada de Tokio.

  1. En 1940 se cancelaron los XII Juegos Olímpicos porque el estallido de la Segunda Guerra Mundial tampoco permitía desarrollar una competición segura y nunca se celebraron. En esa ocasión también era Tokio la sede escogida. 

  2. Pierre Puget, escultor que lleva el nombre de pedro/piedra, fue llamado el Miguel Angel de Francia y comparado con Bernini por el Rey Sol. Inspirado en el Laocoonte helenístico realiza un trabajo moderno, una hazaña técnica con la mueca del rostro, la torsión del cuerpo por el dolor, las venas , la tensión de los músculos y como los pies del atleta se agarran al suelo nos hacen olvidar que estamos viendo un mármol. La abuela del primer Borbón de España, en el momento de la presentación de la escultura en Versalles, gritó: «¡Pobre hombre!» 

  3. Puget esculpe un león porque le parecía un animal más noble que los lobos de la leyenda que devoraron al anciano Milón por imprudente cuando, al ver un árbol abierto quiso separar las mitades para recordar su vigor. Quería representar la vanidad de los hombres al realizar acciones imprudentes. 

  4. Fontana fue un artista-investigador y fundador del espacialismo. Su padre realizaba esculturas funerarias inspiradas en sarcófagos etruscos y con él, además de aprender el oficio, conoció la simbología de las religiones (los cortes en los lienzos pueden referirse al costado de Cristo o a las rasgaduras en la ropa por el luto judío) 

  5. La imagen de la estatua de la Libertad se utiliza para todas las protestas, incluso el día de su inauguración hubo una manifestación porque las mujeres no pudieron acudir al evento inaugural y se manifestaron desde un barco. 

  6. Se dice que el atleta del discóbolo era el héroe Jacinto, el amado de Apolo que murió por el golpe de un disco. De la sangre derramada por el cuerpo brotó la flor del Jacinto y las lágrimas que derramó Apolo sobre la flor dejaron una huella con las letras AI (de dónde quedó esta interjección como símbolo del lamento ¡Ay!). 

  7. Socrátes, además de filósofo, era el hijo de una comadrona y de un escultor, por eso opinaba que una escultura debe expresar tanto los estremecimientos del alma y cómo los sentimientos afectan a los movimientos de los cuerpos. 

  8. Bartholdi era un hombre muy completo apasionado por cultura clásica, la innovación en la técnica y en finanzas. Obstinado y persuasivo consiguió (poniendo en marcha uno de los primeros micromecenazgos o crowdfunding)financiar el proyecto con la venta 200 estatuillas de terracota de la estatua de la libertad (inspirada por un jurista y que se montaría sobre un armazón diseñado por Eiffel) aunque le llevó 15 años. 

  9. En la isla artificial de Odaiba, en la bahía de Tokio, desde 1998 hay una réplica de la estatua de la libertad a escala 1/7 como homenaje a los vínculos entre Francia y Japón. Hay otras dos estatuas más en Osaka y Shimoda. 

  10. «Damos por sentada la libertad y no nos damos cuenta de lo importante que es hasta que la perdemos», son las palabras que dijo el ilusionista David Cooperfield cuando hizo desparecer el monumento. 

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