Este verano cambié el Vogue extra, que suelo comprar más por el regalo playero que por la revista que acaba en el cesto acompañando a mi set de toalla, camiseta de neopreno, protector solar (y este año también mascarilla), por una revista que tenía en la portada la fotografía de una mujer con nombre de guapa (y no me refiero a Linda Evangelista porque tiene más de tres mil trescientos años ¡y qué bien llevados!), si no a la top model eterna: Neferneferuaten Nefertiti, que significa la belleza ha llegado1.
En la revista veraniega del National Geographic repasé un montón de cotilleos de la biografía de la reina y de su retrato escultórico, descubierto un día como hoy hace ciento ocho años. De Nefertiti todo es OMG (entendiendo como God a Atón-Sol) y vale la pena recordar sus posados en familia, el mensaje propagandístico, la limpieza general de dioses con su revolución monoteísta y, quizás lo más curioso que yo no sabía, es que el busto que está en Berlin era una pieza que servía de modelo real a los escultores que lo utilizaban como prototipo para aprender a insertar ojos en las estatuas y para hacer otras reproducciones2.
El cuello largo, los pómulos altos, las cejas escupidas, los labios que dibujan media sonrisa enigmática y el porte elegante de Nefertiti tuvieron una excelente acogida en el canon femenino de principios de siglo XX y se materializó cinematográficamente en la belleza atemporal de la Divina Greta Grabo3. ¿No es una casualidad que uno de los papeles que interpretó la esfinge sueca fuese el del biopic de otra reina, Cristina de Suecia4, de rasgos andróginos muy relevante para la colección de esculturas del Prado? y que esta actriz de rostro perfecto haya servido a su vez de modelo5 para varias esculturas revolucionarias de Pablo Gargallo, en las que el escultor, en un ejercicio de simplificación, como hizo la reina Nefertiti con los dioses egipcios, dibuja con el hierro eliminando su volumen, mutila el material y hace que las sombras completen la figura en un recuerdo al mundo plano de las imágenes egipcias.6
En todos los concursos de misses siempre hay un podium y aunque Nefertiti ostenta el voto del público, el juez Umberto Eco en su Historia de la Belleza incluye en la tabla comparativa de reinas a Uta de Naumburgo y le otorgó el máximo honor cuando en una entrevista comentó «Si me preguntasen con qué mujer de la Historia del Arte iría a cenar, esa sería Uta de Naumburgo»7.
La reina Uta es una escultura individualizada muy querida en Alemania8 por su postura elegante que le otorga una belleza noble y serena y muy odiada en el universo Disney porque convirtió su belleza en una obsesión al rebautizarla, en el primero de sus largometrajes, como la Reina Grimhilde, la vanidosa, cruel, fría y malvada madrastra de Blancanieves.
Si, como decía al principio, Nefertiti es el icono de la Belleza ha llegado, la madrasta de Blancanieves tendría que ser el icono de la belleza que me he cargado; la reina del cuento de los hermanos Grimmm puede personificar a todos los malvados destructores intencionales de imágenes, a esos causantes de roturas de esculturas que no corresponden al paso del tiempo ni a los rigores del entorno, incapaces de resignificar el arte sin tener en cuenta el contexto histórico en que se construyeron. Alegrémonos de que la guapa Nefertiti siga respirando en su urna y no se encontrara con ninguna bruja de Disney que le mutilara la nariz, ya que la iconoclasia en Egipto fundamentalmente destruía la nariz porque le otorgaba la respiración y la vida al espíritu que habitaba en las estatuas.
Y si pincháis aquí entenderéis mejor porqué los americanos encontraron inspiración en una reina para una bruja ¿podéis decir a qué rey del pop se parece esta escultura faraónica? (Nota: que le hayan mutilado la nariz ayuda bastante a su reconocimiento 😂)
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“la bella ha llegado”. Cuando ella y su esposo Akenatón iniciaron la transformación de la religión de Egipto, Nefertiti adoptó el nombre adicional de Neferneferuaten. En total, su nombre completo significa «hermosas son las bellezas de Atón, una mujer hermosa ha llegado». Además, de acuerdo con su icónico busto, Nefertiti era increíblemente hermosa. ↩
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Aquí os dejo el enlace al artículo dónde podéis ver el momento de del descubrimiento en Amarna y las notas del cuaderno de campo sobre el hallazgo y si preferís ver un video… y tenéis tiempo, Eva Tobalina sabe todo de la reina: del minuto 21 al 31 explica la finalidad del retrato y el enigma del ojo de Nefertiti. ↩
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El rostro de Greta Garbo era perfecto para la cámara, la separación de los ojos era igual a la distancia entre la barbilla y su nariz y también coincidía con la distancia entre el fin de la frente y el puente de la nariz. ↩
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Cristina de Suecia tenía una inmensa fortuna y cultura, se carteaba con Descartes y encargaba restauraciones de esculturas a Bernini. En una ceremonia privada y secreta se convirtió al catolicismo para abdicar del trono y poder establecerse en Italia. ↩
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Fascinado como toda su generación por el cine e influenciado por la profesión de director de su hermano hizo varias versiones de Greta Garbo para una exposición que no llegó a celebrarse. ↩
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En ocasiones utilizaba la técnica del rehundido para eliminar el volumen como las huellas de la playa y para las caras de Greta Garbo su método de trabajo fueron unas plantillas de cartón que permitían hacer versiones y no desperdiciar material que después llevaba a definitivo con chapa metálica. Como escultor Pablo era muy perfeccionista, pensaba mucho y sabía que las buenas ideas llegaban con el trabajo. ↩
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Uta von Ballenstedt falleció víctima de una epidemia sin herederos y su marido, antes de morir por el mismo motivo donó su dote. El matrimonio forma parte de las figuras de los fundadores del templo Stifterfiguren. ↩
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La figura enigmática denominada El jinete de Bamberg es el icono de belleza masculino tan famoso como Uta y es habitual tener una representación de ambos en los hogares alemanes… y como no tiene armas se ha llegado a decir que es un Rey Mago. ↩
La belleza
Roger Scruton
El brillante y ecléctico filósofo Roger Scruton explora el concepto de belleza, indagando en aquellos elementos que confieren a un objeto artístico, humano o natural esa cualidad y sugiriendo formas de comparar la variedad de criterios que existen al respecto.