Piratas, filibusteros, corsarios, bucaneros, sarracenos todos conocemos sus banderas, su indumentaria, sus mascotas, sus barcos, sus aventuras y muchos de sus nombres nos resultan cercanos: Jack Sparrow, Barbarroja, Drake, John Silver el Largo, Sandokan… pero muy pocos podemos presumir de tener un verdadero lobo de mar en la familia, que además haya traído como botín un loro y un mono de Bombay. El loro, al igual que Lorita de la Kon-Tiki, no resistió la travesía y cayó, o eso dice mi padrino, por la borda con la jaula incluida; pero el mono Claudio fue la mascota más querida y temida que tuvo, y a la que todavía recuerda con cariño.
Sólo mis primos mayores disfrutaron de las monadas de Claudio, ya que al nacer el primer hijo de mi padrino, el mono, cambió de dócil a nervioso y por ese amotinamiento no pudo formar parte de nuestra tripulación. Lo reclutaron en una tasca frente a la isla de Toralla que empezó a ser conocido como La Mona 🐒 y allí transcurrió su vida como una grumete con muy buen gancho comercial.
Para evitar la agresividad de un macaco, esquivar arrecifes, no sufrir abordajes, el mejor viaje sin perder el espíritu pirata ni la diversión es poner rumbo a Monkey Island.
En Monkey Island vives una aventura gráfica, tu personaje, Guybrush Threepwood, interactua con objetos en la pantalla para conseguir ser un pirata. Las peripecias1 transcurren en la isla Mêlée donde varios personajes te van guiando, con conversaciones graciosas y a veces delirantes, con el fin de que superes tres pruebas para ser un buen pirata: dominar la espada, el arte del robo y la búsqueda de tesoros. Tras recorrer toda la isla y lograrlo es cuando viajas a la mítica Monkey Island, donde deberás enfrentarte al terrible pirata fantasma LeChuck para rescatar a la chica Elaine Marley.
El juego se divide en varias fases, cada una con un objetivo a alcanzar. Para lograr este objetivo y completar las fases, es necesario resolver una serie de puzzles, que van desde los bastante obvios (usar una llave para abrir una puerta) a otros bastante surrealistas (el pollo de goma con polea en el centro).
Es la típica historia de piratas, con varios giros y embrollos argumentales, y con un reparto relativamente pequeño, sólo cuatro o cinco personajes principales, y alrededor de diez personajes secundarios que dialogan con aquéllos (el resto de ellos son simplemente piratas): LeChuck, un pirata fantasma, ha capturado a la gobernadora Elaine Marley para que ella sea su novia en Monkey Island; ella depende de Guybrush para rescatarla. Suena como como la típica historia de Piratas de del Caribe2, ¿verdad? Algo así, pero si los Monty Phyton hiciesen el guión en vez de Disney. Es el humor del juego3, además de unos gráficos decentes y una música divertida, lo que lo ha convertido en un clásico, con un héroe ingenioso y bocazas, una damisela en apuros que no está realmente demasiado angustiada, y un villano que es más un bufón que un malvado; y sobre todo, rompiendo la cuarta pared, poniendo esterotipos actuales en un escenario clásico de piratas.
Me embarqué por primera vez hacia Monkey Island con el primer nieto de mi padrino el Lobo de Mar. El juego no me resultó fácil (¡qué me aspen! no es mi fuerte entretenerme con tecnología y menos con un grumete expectador tan exigente ARRR4) di muchas vueltas 5 y empecé a troncharme al leer los chascarrillos de los bucaneros y demás personajes que te encuentras (perros que hablan ladrando, escenas con ratas, el mono de tres cabezas comiendo…). ¡Rayos y Centellas! es una mala suerte que no me haya embarcado en más viajes de los videojuegos de capitán, porque ,¡ojo al parche!, si pasas las pruebas para ser pirata en estas travesías puedes conseguir un gran tesoro para el desarrollo de actitudes de búsqueda activa en un nuevo mundo laboral, en el que todavía queda mucho por conquistar y que esta lleno de espacios por descubrir. ¡Mira detrás de ti, un mono de tres cabezas!
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En este juego aunque pasas diez minutos bajo el agua atado a un peso es casi imposible morirse(si llegas a los 10 minutos es el único lugar del juego donde puedes realmente morir). Te disparan como hombre bala y te esnafras y no mueres. ↩
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Piratas del Caribe de Disney y Monkey Island, al parecer podrían tener una misma fuente: el Libro de Tim Powers On stranger tides. Más parecidos entre estas dos versiones de piratas aquí ↩
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La variedad tonos y chistes responde a la mezcolanza de las personalidades de Schafer y Grossman que tuvieron que pensar en ideas para videojuegos diferentes porque no podían fabricar juegos de Star Wars. Aquí los comentarios de los creadores en cuatro videos: 1,2, 3 y 4. El humor de Monkey Island es el motivo por el que ha pasado a la historia. El absurdo, la parodia, el sarcasmo y el disparate sigue hoy tan fresco como entonces. El duelo de insultos, inspirado en las películas de Errol Flynn en las que durante las peleas se insultaban sin parar. Los diálogos agresivos e hilarantes apoyan la idea del combate de los espadachines y les ha diferenciado de otros violentos convirtiéndolo en un videojuego de culto. ↩
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Aquí un enlace explicativo al detalle de todo el juego incluidas las frases de lucha con espadas. XD ↩
Disfraz de pirata
Fancy Dress Fun
Todo lo que necesitas para iniciar una floreciente carrera como pirata en las Indias.