Mi hermana pequeña y yo dormíamos en la misma habitación y todas las noches se repetía el mismo ritual: cuando ya estábamos acostadas, mi madre nos daba un beso, apagaba la luz y Moni me pedía que le contase algo. La verdad es que era una solicitud agradable y poco exigente pues me servía para repasar cualquier materia o tema que estuviese leyendo a un interlocutor desconocedor de mis posibles lagunas; el único inconveniente que planteaba era la resistencia de la benjamina a caer en brazos de Morfeo.
Hace unos días la tuvimos de fugaz invitada nocturna, tomaba un avión muy madrugador y se quedó a dormir en nuestro beletage. Me enterneció que después de cenar necesitase una historia antes de ir a dormir. Decidimos volver a ver Apolo 131, una epopeya de salvamento a unos astronautas2, frustrados al desvanecerse su alunizaje, por una avería en un tanque de oxígeno a 260.000 km de la Tierra, todo un desafío científico y tecnológico.
Hoy 7 de diciembre, para mi hermana viajera, la única en la familia que conoce la sensación de la gravedad cero, un cuento y un beso de buenas noches en el 44 aniversario del único lanzamiento de un cohete nocturno (primer y último despegue nocturno de un cohete Saturno V.3
La historia de Eugene Cernan ha quedado eclipsada por el peso de otros, los primeros como el cosmonauta Yuri Gagarin4 o el astronauta Neil Amstrong5. Su relato es el de la historia del progreso de la humanidad, el de la importancia de trabajar duro en cualquier equipo6 para que otros culminen tu esfuerzo. Eugene7 —a quien su padre le decía estés en clase, en un campo de fútbol o dónde sea… lo importante es darte al máximo, ¡hazlo lo mejor que puedas! y algún día, te lo prometo, te sorprenderás a ti mismo— formó parte primero de la tripulación del Apolo 108, fundamental para el éxito del Apolo 11 ya que en ella testaron, y grabaron con la primera cámara en color que subió al espacio, todas las maniobras que se realizarían para garantizar que fueran y volvieran seguros cómo había anunciado en su discurso JFK.
Tres años después participó en la misión Apolo 17, la expedición dónde, un día como hoy, se tomó la foto de la canica azul9, y en la que Eugene y su compañero científico Harrison Schmitt —el único geólogo que alunizo— estuvieron tres días en la luna tomando muestras (caminaron veintiuna horas y media más que Amstrong y Aldrin sobre ella). Es el único hombre que descendió dos veces en el módulo lunar, el último que pisó la luna10 —sólo ha habido doce walking-moon—, el único que escribió sobre la superficie de otro cuerpo celeste- y encima algo entrañable: TDC, las iniciales de su hija11.
Si todavía no te has quedado dormida, te dejo esta canción a modo de nana, porque es la primera que recuerdo como favorita de Vi, el hermano número uno —el que siempre gana al Risk—, el primer fan de Carl Sagan, el primogénito de nosotros, los tres astronautas que mamá trajo a Gea, precisamente el año en que el hombre pisó la luna12.
Besos de buenas noches a mis dos queridos cosmonautas.
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En la mitología Apolo guía el carro del Sol, que arrastran cuatro caballos, y atraviesa el cielo. Originariamente el Sol y Apolo eran dos divinidades distintas que fueron asimiladas hasta que Apolo se convirtió en el dios del Sol. Selene la diosa de la Luna se representaba como una mujer hermosa de rostro pálido, conducía un carro de plata que tiraban bueyes blancos. Apolo, como buen pretendiente, consiguió, después de mucho cortejo, llegar a su amada tras 11 intentos en el primer alunizaje tripulado de 1969. ↩
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Para los que todavía no las habéis visto, otras dos películas de rescates y salvamentos espaciales imprescindibles: Gravity Buzz Aldrin -el segundo hombre en caminar en la luna, causante del controvertido rumor sobre existencias de OVNIs en la luna, el primero en comulgar en el espacio exterior, y el que le da nombre al divertido Buzz Lightyear de Toy Story-quedó impresionado con la representación de la gravedad cero y The Martian precursora de una de las misiones que la NASA planea para el futuro. La historia está basada en una novela publicada en un blog pero que, a la hora de producirse, la NASA supervisó. Pedro Duque -primer astronauta español- dijo Me gusta en la película que los astronautas bromean entre ellos. Así es como funcionan estas convivencias. Tiene que haber al menos un 30% de gente con humor. ↩
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Saturno, en la mitología griega, es la imagen o símbolo del tiempo, su herramienta es una hoz, que como el tiempo, lo destruye todo. Con esa hoz Cronos-Saturno castró a su padre Urano por consejo de su propia madre Gea. Fue el liberador del cielo estrellado, a partir de ese momento se alternaron el día y la noche. Ese acto positivo va acompañado con el aspecto sombrío de ser el devorador de sus hijos —por un pacto hecho con su hermano Titán— es el que pagará más adelante ser derrotado por su hijo Zeus. ¿Será este el motivo por el que la Nasa dio el nombre de Saturno al cohete liberador de la gravedad de la Tierra-Gea y que, como dios del tiempo, debía dar el impulso necesario en el momento exacto del vuelo desprendiéndose cronometricamente por fases y liberando a sus hijos atrapados: el módulo de mando y el módulo espacial? ↩
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El hijo de un carpintero, que creció en un aislado pueblo agrícola sin agua potable ni electricidad y fan de Julio Verne, fue el elegido para ser el primer hombre en ser enviado al espacio porque cumplía con el ideal de propaganda soviética de igualdad de oportunidades en la era espacial y además era bajito y entraba bien en la Vostok 1 con su 1,57. Para saber más, un completísimo enlace de Daniel Marín, astrofísico de formación y divulgador científico de pasión. ↩
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Ingeniero aeronáutico y piloto de los increíbles X-15 fue el primer hombre en pisar la luna pronunciando una famosa frase —que se le ocurrió meses antes de la misión mientras jugaba a una partida de Risk— en el último acto lunar depositó un pequeño memorial con los nombres y fotos de Yuri Gagarin, Vladimir Komarov, Virgil Grisson, Ed White y Roger Chaffee, los americanos y soviéticos fallecidos durante el comienzo de los viajes espaciales, antes de llegar a la Luna. ↩
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Daniel Marín, en esta entrada de su estupendo blog, aclara aspectos de intendencia espacial como visores, color de trajes…. ↩
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Percibió el puro silencio, el no sonido, otro mundo con el momento más tranquilo. Por si acaso no regresaba, había dejado una carta a su hija. Muchos astronautas empezaron a dejar firmadas postales, a modo de seguro de vida, para que sus familias las pudiesen vender si fallecían porque las compañías aseguradoras no emitían pólizas para esta profesión… ¡lógico pues las computadoras del Apolo 11 tenían menos capacidad de cálculo que un teléfono móvil actual! y, además, podían sospechar de fraude porque el nombre con el que se hicieron las pruebas de selección era el mismo para todos los astronautas: Max Peck. Tampoco Stanley Kubrik, que por entonces estaba rodando 2001 una Odisea en el Espacio, fue capaz de persuadir a una aseguradora para cubrir las eventuales pérdidas en el estreno si los astronautas se topaban con extraterrestres. Las compañías pensaban que era bastante probable y no se arriesgaron. ↩
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El equipo del Apolo 10 seleccionó a Snoopy —¡como yo para la primera entrada de este blog!— como su mascota oficial, y tal santo de los croques le acariciaban la nariz para tener un buen lanzamiento. Fue el nombre del Módulo Lunar y el de Charlie Brown era con el que se denominó el módulo de mando. En el Apolo 11 el módulo lunar se llamó Eagle -por el águila de la bandera de EEUU- y el módulo de mandos Columbia en homenaje a Colón y cómo metáfora al descubrimiento de un Nuevo Mundo. Snoopy astronauta se convirtió también en un símbolo, se transformó en una insignia que llevaban los astronautas al llegar a la Tierra y se otorgaban como un alto honor a la gente que trabajaba para mantener a los astronautas a salvo. ↩
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Los astronautas de Apolo fueron sometidos a un entrenamiento intensivo en la preparación para sus exploraciones lunares. Además de capacitación científica se les formó en técnicas de fotografía. Debían familiarizarse con la cámara y mejorar. La cámara Hasselblad fue diseñada para la facilidad de uso por el astronauta en su traje de presión voluminoso. ↩
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Éste es el título del documental que protagoniza Eugene Cernan: The Last Man on the Moon. En el muestra su grandeza, reconoce sus errores personales provocados por una mezcla de su contexto generacional, exigencia profesional y notoriedad, aunque omite una graciosa anécdota escatológica ocurrida abordo del Apolo 10 y que recoge el siguiente enlace: There´s a turd floating through the air ;) ↩
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Os recomiendo Elegidos para la Gloria la adaptación del libro de Tom Wolfe, The Right Stuff, sobre los pilotos de pruebas involucrados en superar la velocidad del sonido y como son seleccionados para el Proyecto Mercury (Mercurio fue nombrado mensajero de los dioses, era además el protector del comercio y de los viajeros, necesidades bastante importantes para la misión, evitar el despilfarro y salvaguardar a los pilotos). Para ver el lado familiar de un astronauta tocará ver la serie basada en un libro sobre las mujeres de los primeros astronautas ↩
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Escrita en 1979 por Sting con influencia reggae, canta la sensación de que estar enamorado es como sentirse sin gravedad. El video, filmado en el Centro Espacial Kennedy, muestra a la banda tocando sobre una nave espacial. ↩
Omega Speedmaster Moonwatch
Omega
Desde su lanzamiento el Omega Speedmaster es el cronógrafo clásico. Y, desde el 21 de julio de 1969, cuando se convirtió en el primer reloj utilizado en la superficie lunar, se lo conoce por su sobrenombre, el Moonwatch.
