Por estas fechas mi abuela, de su paga extra de viudedad, repartĂa una propina entre sus trece nietos. Mi padre nunca permitiĂł que lo atesorasemos a lo tĂo Gilito y casi nos obligaba a invertir ese aguinaldo en algo que nos la recordase. AsĂ fue como empecĂ© a comprar algunos libros de arte y como acabĂ© relacionando al albino Warhol, rey del consumo y del coleccionismo, con mi abuela Balbina.
En el Pop las apariencias engañan y en Warhol más. Hoy un coach nos dirĂa que Andy es un iceberg que mostraba una faceta pĂşblica pero que reservaba, para su ámbito privado, tras sus gafas y sus pelucas, creencias y valores por descubrir. Esa dimensiĂłn oculta, relacionada con el consumismo navideño, la solidaridad y la religiosidad,
es lo que me gustarĂa compartir con vosotros usando esta preciosa y colorista serigrafĂa de una Flor de Pascua.
El consumismo y las War-ho-ho-ho postales
En los 50, Tiffany & Co encargĂł a Warhol unas tarjetas navideñas y dibujos para las fiestas. PodrĂa parecer una tarea poco atractiva para el frĂo y hermĂ©tico Andy; sin embargo produjo cientos de visiones de la Navidad perfecta, tal como le hubiese gustado disfrutarla1, al estilo de las ilustraciones de Norman Rockwell con las que creciĂł y que le parecĂan algo muy lejano. Warhol amaba todo lo pop y por supuesto la Navidad más kitsch.
Generosidad y solidaridad
En los años 70, al rico Warhol le encantaba presentarse como un Mr Scrooge, frĂo e insensible; sin embargo, tenĂa talento para hacer regalos y era más bien generoso: hizo regularmente obras de caridad con neoyorquinos sin hogar en la Iglesia de Heavenly Rest, sirviendo platos y limpiando en comidas comunales. Además sufragĂł los gastos de los estudios de su sobrino para ser sacerdote.
Era un sibarita al que le gustaba cenar en los mejores restaurantes de Nueva York; a menudo pedĂa comida para dos y guardaba en una bolsa uno de los menĂşs que despuĂ©s ofrecĂa a algĂşn sin techo de camino a casa.
También se sabe que fue un amante de los gatos: llegó a vivir con veinticuatro siameses que se llamaban Sam (menos uno que se llamaba Hester); en los últimos años los sustituyó por perros.
Iconos bizantinos y religiosidad
Con Andy nunca te dejes llevar por las apariencias… Este fan de Juan Pablo II confesĂł haber guardado el celibato, llevar un crucifijo al cuello e incluso, cuando viajaba, su misal y su rosario. Tras su muerte se supo que todos los dĂas entraba en la iglesia; llegaba a media tarde y se sentaba en los Ăşltimos bancos para no llamar la atenciĂłn, encendĂa una vela y rezaba durante quince minutos en una capilla lateral.
Esta dimensiĂłn religiosa llevĂł a Pasolini a decir que Warhol producĂa imágenes como los bizantinos, frontales y seriales, en las que las serigrafĂas doradas Gold Marilyn Monroe sustituyen a los iconos a lo AndrĂ©i Rubliov.
Termino —¡tenemos a Warhol hasta en la sopa!— esperando haberos descubierto, en la aparente irreverencia de sus pinturas, algo de la espiritualidad interior que todos tenemos oculta.
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La Cápsula del tiempo nĂşmero 27 contiene adornos de navidad, sombreros, correspondencia y ropa que recuerdan a su entorno familiar… Cuánto espacio se hubiera ahorrado en casa con unos tableros en Pinterest. ↩
Andy Warhol. Entrevistas
Blackie Books
Blackie Books presenta las mejores entrevistas (casi todas inĂ©ditas en español) con Andy Warhol realizadas entre 1962 y 1987, desde aquella famosa en que respondĂa solo con monosĂlabos (cosa no del todo cierta) hasta una donde explica cĂłmo vivir la vida era parecido a ver la tele hasta que intentaron matarlo.