Se dice que la Navidad es una Ă©poca de arrepentimiento; como se está acercando, he de admitir con sinceridad, despuĂ©s de releer TintĂn en el Tibet, que cometĂ el error de prejuzgar a este personaje por su aspecto poco atractivo 1 —de muchacho raro, de edad indeterminada, tupĂ© extraño y vestimenta anticuada— y por su aparente misoginia —todos los personajes son masculinos y la Ăşnica mujer que aparece es la Castafiore 2.
En mi Ă©poca preadolescente mi prototipo de chico se parecĂa más a Juanito —el amor platĂłnico de la pecosa Esther— que al aniñado, virtuoso y resabiado TintĂn. Además ella tenĂa amigas, ropa molona, familia y sus aventuras me parecĂan más cercanas3 que las de TintĂn, que se desarrollaban en sitios exĂłticos como el Congo o el Himalaya.
Hoy estoy convencida de que prefiero a TintĂn y que no aguantarĂa ni a medio Juanito. Con los álbumes de TintĂn —hĂ©roe, buen amigo y valiente— descubres secretos de otras culturas, vives aventuras y viajes apasionantes. SĂ© que me lanzarĂa sin dudarlo dentro de las viñetas de cualquiera de sus libros -como en aquel romántico video de a-ha. De hecho, Peter Jackson y Steven Spielberg casi lo han conseguido con su peli Las aventuras de TintĂn: El secreto del unicornio.
HergĂ©, por favor, perdĂłname por no valorar tu trabajo tan minucioso como bien documentado —¡en una Ă©poca sin ordenador!—, tus trazos limpios, tus colores planos… ÂżcĂłmo no me di cuenta que tu lĂnea clara era casi Ukiyo-e?
PerdĂłn, perdĂłn. Y ya puestos, admito que desde muy pequeña tengo miedo a los perros: un San Bernardo muy ruidoso de unos vecinos de mis abuelos siempre me asustaba. La verdad es que extrapolĂ© la conducta del malo Blas a toda la raza canina a la que nunca quise conocer ni acercarme ¡quĂ© pánico! Pero gracias a una gran amiga y tintinĂłmana que me enseñó cĂłmo acercarme a sus perros Max, Walter, Otto y Morgan, he empezado a disfrutar de otros perros como Galleta, Mincha, Nika y Saraiba; y he descubierto que los dueños de Trás, Pongo, Zipi, Khun y Gaspar disfrutan de su amistad tanto como TintĂn se divierte en compañĂa de MilĂş. 4
PodĂ©is encontrar algunas imágenes navideñas de TintĂn aquĂ.
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El hermano de HergĂ©, Paul sirviĂł de inspiraciĂłn para el personaje de TintĂn: «Sus gestos y su comportamiento fĂsico debieron inspirarme sin que me diera cuenta. Se me quedaron grabados en la retina. Yo los plasmaba con torpeza, pero, sin quererlo e, incluso sin saberlo, era a Ă©l a quien dibujaba», dijo HergĂ©. ↩
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HergĂ© detestaba la Ăłpera y sus grandes gordinflonas caprichosas. ↩
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«Las historias de Esther hablaban de tĂş a tĂş a las lectoras, compartiendo con ellas sus sentimientos y anhelos» tal como explica Carlos Portela en la introducciĂłn a Las nuevas aventuras de Esther, tambiĂ©n dibujadas por Purita Campos. ↩
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MilĂş toma su nombre de la primera novia de HergĂ© con 18 años, Marie-Louise Van Cutsem, llamada cariñosamente Milou. Sin embargo, las actitudes de la mascota dejan claro que MilĂş es un macho. Amo y perro son inseparables: durante años la serie se titulĂł Las aventuras de TintĂn y MilĂş. ↩