Hoy es la festividad de Santa Lucía, patrona de la luz y protectora de la vista. En Suecia se celebra de una forma muy especial —igual que en casa de Manuel y Lucía. ¡Felicidades a todos los llamados Lucía, Lucas, Lucio, Luciano, Lucinda y María Luz!!
De quien quiero hablaros hoy es de la obra de un luminoso acuarelista sueco, Carl Larsson y de su esposa, su musa, su gran apoyo moral, madre de sus hijos 1 y, por supuesto, artista Karin Bergöö. Ambos fueron muy felices en su idílica residencia Lilla Hyttnäs, una villa en Sundborn —ojalá la podamos visitar algún día— tal como reflejó innumerables veces en sus acuarelas.
Su principal objetivo como artista era representar el lado amable de la vida, después de una época de penurias: escenas cotidianas, cargadas de ternura y calidez, de su esposa con sus hijos, los niños jugando, los veranos en la playa, interiores del hogar, etc. Su personal estilo de decoración dio como fruto una manera completamente moderna de acondicionar y estructurar una casa, de forma que fueron considerados verdaderos diseñadores de interiores, adelantados a su tiempo, precursores del estilo sueco: colores cálidos, interiores llenos de luz, útiles muebles de abedul, velas, vajillas sencillas 2 y demás detalles que contrastaban con el estilo oscuro, recargado y victoriano de otros hogares de la misma época.
¡Os deseo un día muy luminoso! Eso sí, ¡aprovechad la oferta de velas de Ikea!
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¡Siete hijos! Suzanne, Ulf, Pontus, Lisbeth, Brita, Kersti y Esbjörn… ↩
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Rörstrand tiene una línea de producto en su honor. ↩